martes, 21 de abril de 2009

EL CÓDIGO DE HONOR DE LAS SIETE PARTIDAS


El código de honor de las siete partidas fue escrito es Castilla por Alfonso X, Rey de Castilla y León y conocido como “el sabio” por sus aportaciones a la cultura; con el fin de conseguir cierto uniformidad jurídica en el reino. Estas leyes estuvieron vigentes hasta finales del siglo XIX y es uno de los más importantes cuerpos jurídicos en España debido a su tiempo de vigencia.

En este código encontramos temas jurídicos de diversa índole, con un especial interés por el cristianismo; basando éstas leyes en lo que la Iglesia dice que es correcto. Entre todos los temas que este escrito contiene encontramos por ejemplo el matrimonio; y en este tema como en todos, el código es muy estricto. La mujer tiene que ser cristiana para poder casarse con hombre cristiano; en caso de divorcio, ninguno de los cónyugues se pueden volver a casar si es que el otro no ha muerto; los hijos ilegítimos no pueden gozar de ningún beneficio de sus padres; en caso de adulterio tanto la mujer como el hombre deben ser igualmente juzgados.

Encontramos que la mujer tiene casi los mismos derechos que el hombre y que puede realizar casi las mismas cosas que éste hace. Sin embargo en uno de los capítulos de este libro encontramos que el hombre puede tener una mujer como “barangana”, muy aparte de su legítima esposa, aunque esto sea prohibido por la Iglesia, y si tiene hijos con ella éstos serán considerados ilegítimos. También encontramos que el padre puede vender a su hijo por necesidad o pobreza, pero esta potestad no la tiene la madre. Asimismo tenemos que entre las personas que no pueden acusar de delito alguno están: la mujer, el menor de 14 años, el Juez, el dado por mala fama, etc.

Otro tema que aborda con gran rectitud este código es el de los delitos, que lo podemos ubicar en la partida VII. En ese tiempo existía la pena de muerte. La traición contra la Real Persona era el peor crimen, la cosa más vil y peor que puede caber en el corazón del hombre. La traición al Rey, el aborto, el robo de una mujer sin consentimiento, la sodomía, el cristiano que se convierte a judío debían ser castigados con pena de muerte, salvo específicas excepciones. Asimismo delitos como dar muerte a un siervo o a un hijo sin intención o el adulterio, podían ser castigados con destierros de 5 años.


Esta obra que fue escrita para que a través de sus leyes se juzgara. Leyes muy estrictas y a la vez con una visión teológica del mundo.

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